martes, 15 de febrero de 2011

ESTADOS UNIDOS S. XIX

Pronto la extensión de territorios se vio invadida por un rápido crecimiento demográfico posibilitado por la elevada natalidad, la reducción de la tasa de mortalidad y por las grandes oleadas de inmigrantes europeos, fundamentalmente ingleses, irlandeses y escandinavos. A mediados del s. XIX la población ya alcanzaba la cifra de 32 millones.

Por la colonización hacia el Oeste, rápidamente se empezó a desarrollar la agricultura, así como la construcción de vías férreas que facilitaba tanto la colonización como la salida de los productos agrícolas (® La primera línea de ferrocarril se puso en funcionamiento en 1830. Tres líneas transcontinentales atravesaron el país. La construcción se inició con capital extranjero, pero cada vez fue adquiriendo más importancia el capital norteamericano). Aún fue más espectacular el desarrollo de las actividades industriales debido a que el país es riquísimo desde el punto de vista minero, como lo prueba la fiebre del oro que se desató en California a partir de 1848 o en Alaska y el ser el primer productor mundial de uranio y petróleo y el segundo de hierro y carbón.

Sin embargo, a pesar del desarrollo económico que estaba alcanzando Estados Unidos durante la primera mitad del s. XIX, entre los Estados del norte y del sur existían profundas divergencias. El crecimiento económico no era homogéneo: los Estados del norte se industrializaban a ritmo vertiginoso, mientras que los del sur, dedicados al cultivo del algodón, padecían un atraso económico. Los burgueses y obreros del norte contrastaban con los terratenientes y esclavos del sur.

Lo que más agriaba las relaciones entre Norte y Sur eran los conflictos que producía la esclavitud -prohibida en el Norte, tras el compromiso de Missouri, y vista como una necesidad en el Sur-. Al fundarse la Unión, las dos tendencias (abolicionista y esclavista) estaban equilibradas; había tantos estados que permitían la esclavitud como estados que la prohibían. Pero, ¿qué ocurriría con los nuevos estados incorporados a la Unión por la marcha hacia el Oeste? Cuando entraba en la Unión un estado nuevo esclavista, como Texas, se tenía cuidado de ascender a la categoría de estado un territorio de la región del Norte, donde no se admitían esclavos (en alguna ocasión se empleó la estratagema de dividir los estados antiguos abolicionistas para que no predominaran los esclavistas). El Parlamento de la Unión estableció que a partir de ciertas líneas de demarcación no se permitiría la esclavitud, pero los arreglos no fueron duraderos porque no satisfacían enteramente a ninguna de las partes.

La esclavitud no era, por otra parte, el único motivo de fricción. También se contraponen dos economías, dos formas de vida y dos concepciones del Estado federal. Mientras los industriales del Norte impulsaban una política proteccionista mediante tarifas aduaneras, los grandes propietarios del Sur, que venden sus mayores partidas de algodón a Inglaterra, defendían el librecambismo. El Sur consideraba que su civilización rural y paternalista era superior a las perversiones materialistas de los yankis del Norte. Éstos, a su vez, veían en los sudistas a unos pecadores impenitentes, explotadores, representantes de una época caduca perdidos en el mundo moderno. De este modo, a uno y otro lado de la línea divisoria entre los estados esclavistas y los demás se desarrollaron imágenes falseadas que alimentaban la hostilidad e impulsaban a la venganza. Finalmente, esta oposición, aunque se basaba en motivos políticos, económicos y sociales, acabó convirtiéndose en enfrentamiento cultural: se trataba de la existencia de dos naciones.

~- La Guerra de Secesión (1861-1865)

En 1860 fue elegido presidente de la Unión el antiesclavista Abraham Lincoln. Un mes después de su elección, Carolina del Sur proclama que la Unión ha sido disuelta. Carolina del Sur fue imitada por otros diez estados que declararon su separación de la Unión en una convención reunida en Charleston. Los once estados crean la Confederación de Estados de América, se otorgan una constitución, una bandera y un gobierno con Jefferson Davies como presidente. Richmond (en el estado de Virginia) sería la capital de la Confederación.

En 1861 estalla la guerra civil. Fue la más sangrienta que han sostenido los Estados Unidos, costó más de medio millón de muertos y grandes destrucciones. Inglaterra y Francia reconocieron a los estados del Sur, su envío de material de guerra no les llegará debido al bloqueo naval decretado por los estados del Norte; en cambio, Rusia tiende a favorecer a los estados del Norte.

Los confederados estaban más motivados en su lucha que sus adversarios: se batían por su propia existencia, por su cultura, por el mantenimiento de un determinado género de vida. Tenían fe y ésta los sostuvo a pesar de su inferioridad numérica (23 estados del Norte contra 11 del Sur) y armamento, de la escasez de municiones, de provisiones y de medicinas (superioridad industrial del Norte frente al Sur).

Pese a esa inferioridad numérica y económica de los sudistas, éstos oponen gran resistencia conducidos por el general Lee y obtienen ventajas iniciales; paulatinamente, las ventajas se inclinaron para los nordistas que eran superiores en hombres y material de guerra. La capitulación incondicional del general Lee en Appometox Court House ante el general Grant en 1865 pone fin a la guerra.

La Guerra de Secesión fue terrible porque enfrentó a ciudadanos de una misma nación y porque en ella se recurrió a los medios sofisticados de la guerra moderna, como ferrocarriles, telégrafos, barcos acorazados, fusiles de cañones rayados y carga posterior, etc., y opuso a ejércitos numerosos (medio millón de confederados frente a casi un millón de unionistas). Sembró la destrucción (en particular en Georgia) y dejó al Sur en un estado de postración que habría de durar cerca de un siglo.

~- La reconstrucción

Las consecuencias de la guerra fueron todavía más trágicas que la propia guerra, en parte por el asesinato de Lincoln cinco días después de la rendición del Sur. Lincoln, miembro del ala moderada del partido republicano, había emancipado a los esclavos en 1864 pensando que su integración en la sociedad debía hacerse gradualmente. Desaparecido Lincoln, los republicanos radicales quisieron “reconstruir” el Sur a su imagen, apoyándose en los negros emancipados y en los blancos pobres, a expensas de los antiguos plantadores. El Sur tuvo que pasar por la humillación de un gobierno de vencedores; se le dividió en cuatro grandes regiones que administraron generales nombrados por el Presidente. Esta época, que se llamó era de reconstrucción, fue en verdad era de venganza. Impusieron gobernadores negros y expropiaciones sin cuento. El vicepresidente Andrew Johnson, a quien la muerte de Lincoln elevó automáticamente a la presidencia, quiso frenar la política de represalias, logrando sólo enemistarse con el Parlamento. Era el inicio de los primeros roces graves entre el poder ejecutivo y el legislativo.

Abolida la esclavitud, la situación de los negros no deja de ser precaria. Hubo esfuerzos por promover la instrucción de los negros, por integrarlos en el aparato económico, por darles responsabilidades a nivel municipal, pero chocaron con una evidencia: los estados del Sur estaban representados en el Congreso en proporción a su población blanca. Si se estableciera el voto de todos los negros, el Sur tendría mucha mayor representación que el Norte. Por tanto, mediante enmiendas a la Constitución, sólo se contabilizaría a los negros en caso de que éstos tuviesen derecho de voto (se excluía a los analfabetos o se requería el derecho de voto en dos generaciones precedentes). Fracasado el proyecto de reforma agraria que hubiera sido la solución de la masa negra, condenó a los negros a emplearse en trabajos domésticos, como aparceros en antiguas plantaciones o a emigrar a las ciudades, donde rápidamente se creaba un vacío a su alrededor; así nacieron los primeros ghettos. Al no haber querido o podido resolver la reconversión económico social de los negros, los republicanos en el poder crearon, sin darse cuenta, el problema negro del s. XX. El rechazo de los negros en el Sur se refleja en la aparición de asociaciones ultraderechistas, de las cuales la más importante es el Ku Klux Klan, que se organiza en 1866, que intenta con la práctica del linchamiento (frecuente hasta bien entrado el s. XX), expulsar de los territorios meridionales a los negros; el método de la intimidación se sobrepone con frecuencia a las normas legales.

Aunque la aristocracia de plantadores quedó muy quebrantada y en parte arruinada por la guerra y muchos latifundios fueron divididos, siguió existiendo el predominio absoluto del blanco, la economía agraria y ciertas supervivencias feudales mantendrán las diferencias entre los estados del Norte y los estados del Sur.

~- Recuperación económica

Superadas las secuelas de la guerra civil, Estados Unidos experimentó un gran despeque. Un factor fundamental es el rápido aumento de la población gracias a la alta natalidad y a la llegada masiva de europeos atraídos por las riquezas (que proporcionaron una mano de obra abundante y barata a una economía que necesitaba gran cantidad de trabajadores). A finales del s. XIX contaba con casi 100 millones de habitantes. Otros factores importantes fueron las innovaciones constantes en la maquinaria y el desarrollo de nuevas fuentes de energía como el petróleo y la electricidad. La localización de los yacimientos petrolíferos (Arizona, Texas) permitió a Estados Unidos convertirse en una de las primeras potencias mundiales en recursos energéticos, ya que, con la excepción de Rusia, la mayoría de los países industrializados no disponía de petróleo en abundancia. El petróleo generó grandes empresas y cuantiosas fortunas (Rockefeller).

También el campo experimentó durante este período un gran desarrollo debido a la colonización del Oeste y al gran despliegue de la red ferroviaria que permitía dar rápida salida a los productos agrícolas. La explotación de grandes espacios, la utilización de un utillaje mecánico perfeccionado, la especialización de los cultivos y la irrigación de las regiones áridas del oeste, hicieron de Estados Unidos el primer productor agrícola del mundo.

El proceso de industrialización fue asombrosamente rápido. La segunda revolución industrial con las nuevas fuentes de energía (petróleo y electricidad), los enormes yacimientos de carbón (Pensylvania), sus recursos mineros (hierro, cobre, plata) van a traer consigo un gran desarrollo de las industrias químicas, del automóvil, del teléfono, etc. La mayor parte de las fábricas se localizó en el nordeste. Esto dio lugar al desarrollo de ciudades como Baltimore, Boston, Filadelfia y Nueva York. Chicago tuvo también un enorme crecimiento debido a la industria siderúrgica.

Fenómeno característico de esta época fue la tendencia de muchas empresas a convertirse en monopolios con el fin de eliminar competencias, reducir riesgos y asegurarse el máximo de beneficios; así los trusts y los holdings constituyeron el paisaje económico y financiero de Estados Unidos.

Sin embargo, el desarrollo económico perturbó profundamente a la sociedad americana. El final del s. XIX fue un período agitado, tanto en el mundo de los agricultores como entre los trabajadores industriales. La gran depresión mundial de 1873 golpeará duramente a la agricultura con un fuerte descenso de los precios. Esta situación produjo un gran descontento entre el campesinado que cristalizó en la formación de un Partido Populista en 1892 cuya petición más concreta era la de elevar los precios de los productos agrícolas.

Los desequilibrios económicos también golpearon a la clase obrera. La historia del movimiento obrero está jalonada de huelgas y de enfrentamientos sangrientos con las fuerzas del orden. La formación de sindicatos fue más tardía en Estados Unidos que en otros países y hasta 1914 no obtuvieron reconocimiento legal. El más destacado fue la Federación Americana del Trabajo (1886) que sólo admitía trabajadores cualificados, dejando fuera a los inmigrantes, los negros y los no cualificados. El sindicalismo americano tendrá como características primordiales su apoliticismo y su defensa de reformas sociales prendiendo sus peticiones en la opinión pública, cada vez más deseosa de reformar a su corrupta clase política.

~- La era del imperialismo

Apenas concluida la guerra civil, los Estados Unidos continúan su política expansionista adquiriendo Alaska (1867) y tomando posesión ese mismo año de las islas Midway; en 1899 se anexionan el archipiélago de Samoa y las islas Hawai. Esta política expansionista está suscitada por los hombres de negocios americanos, que proyectan su campo de acción hacia otros continentes, en los que buscan mercados o suministros de materias primas. Aparte de motivaciones políticas, estratégicas y económicas, Estados Unidos tenía argumentos morales con los que justificar su participación exterior: por la declaración de Monroe, Estados Unidos se había atribuido unilateralmente una misión de protección sobre el resto del continente, disfrazada muy pronto con el término de panamericanismo. Consecuencia de ello fue la guerra contra España por Cuba (1898) y la creación de la República de Panamá. Puerto Rico, las Filipinas y la isla de Guam pasaron a ser colonias americanas. Estados Unidos también intervendrá en Centroamérica para defender sus intereses económicos y estratégicos siempre que lo considere oportuno; arrogándose el control de la zona invadirá Nicaragua (1912-25), Santo Domingo (1906-24), Venezuela (1912), Méjico (1913), etc.

Con este tipo de intervencionismo, Estados Unidos se arroga el derecho de ser guardián de la zona antedicha.

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